jueves, 11 de mayo de 2017

Mamá siempre joven.

Por Agencia.

Ser mamá es una de las bendiciones más grandes y hermosas para las mujeres, esta felicidad se ve reflejada en sus rostros que lucen resplandecientes y ellas más hermosas que nunca.

Pero el paso del tiempo es inevitable y comienza a notarse en el rostro y uno de los factores que lo delatan es el envejecimiento de la piel, que inicia con las primeras líneas de expresión y más tarde se convierten en arrugas, manchas, flacidez, pérdida de volumen.

NO PUEDES EVITAR QUE PASE EL TIEMPO, PERO SÍ PUEDES HACER QUE NO SE NOTE EN TU ROSTRO.

Las arrugas más allá de la edad que no siempre tienen relación, pueden revelar tu historia de vida, la piel puede ocultar secretos de cosas vividas.
Esas primeras arrugas que son resultado de las sonrisas y enojos con los que más quieres, las manchas que nos recuerdan esos días de playa y los juegos con la familia durante todo el día. Las arrugas que dejan el paso del tiempo, el ver crecer a nuestros hijos y cumplir sus sueños. Esas marcas que van haciéndose cada vez más profundas, pero que nos dejan ver una vida llena de momentos que nos han llevado a donde estamos ahora. A cada etapa de nuestra vida, nuestra piel tiene necesidades diferentes.

A partir de los 30 años las líneas de expresión ya son evidentes y comienzan a aparecer las manchas. A los 40, la falta de volumen y elasticidad hacen que el rostro luzca triste y a los 50 la flacidez y las arrugas se apoderan de él.
Pero todo eso lo puedes revertir con la ayuda del tratamiento adecuado para tu edad y una actitud positiva, haciendo cosas que te gusten y que te hagan feliz. Conoce más qué tratamiento es el ideal para ti.


“Porque Tú Lo Vales”


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