jueves, 3 de noviembre de 2022

 

Lo mejor de dos mundos.

La moda que traspasa océanos.

 

Ø  A los 28 años, Francisco Prada, migrante español, decide probar suerte en suelo azteca y logra forjar su propio negocio de calzado.

 

Ø  Para honrar su legado, se presentó una exposición con veinticinco imágenes, autoría de la artista Karla Lisker, y diseños icónicos de las últimas dos décadas.

 

Francisco Prada era uno de los hijos de una familia de 13 descendientes. Su historia es la de un hombre que con 28 años decide viajar desde su tierra natal, España, en tiempos de posguerra para echar raíces y forjar su carrera en suelo azteca.

Tras desempeñarse en varios puestos de trabajo de diferentes industrias, Francisco descubrirá su verdadera vocación en la peletería La Española, la que le abrió paso al mercado de las pieles en México, recuerda Begoña Prada, su hija. “Mi padre vio en el taller que había muchas pieles de retacería que se tiraban. Entonces decide comprar esos fragmentos de pieles al dueño de la empresa y comienza a venderla a clientes externos”, cuenta.

Después de años aprendiendo el oficio, Francisco decide volar solo, crear su primera boutique, con taller propio y diseñar, fabricar y vender calzado hecho a la medida. “Mi padre era un amante del trato con el público y escuchar a sus clientes y clientas para personalizar los diseños según sus gustos y necesidades”, narra Begoña.

Francisco Prada había abierto ya seis tiendas, cuando su inquieto emprendimiento lo llevó a incursionar como pionero de establecimientos en los centros comerciales, que apenas empezaban a existir. Bajo esta tendencia abrió su primera tienda en Plaza Universidad, en la capital del país.

Tras una etapa de crisis en los años 80’s, con la apertura comercial de la frontera mexicana, Francisco decide dar un giro al negocio, que lo proyecta a otro nivel: la importación de calzado español de alta calidad, dando origen hace veinticinco años a la marca Prada, por su apellido y con el emblema de una cabeza de león inspirado en el escudo de la provincia española con ese nombre; que abrió las puertas de su propia casa en el Centro Comercial Cuicuilco en 1997.

Hoy en día la marca de calzado ya cuenta con 35 puntos de venta propios más la tienda en línea, y ha sabido adaptarse y sobrevivir en un sector con mucha competencia. ¿La clave?: la calidad. “Toda la confección se realiza en el sureste de España, una de las regiones del mundo con mayor tradición en la confección de calzado y con materias primas de la mejor calidad”, explica Ana Anta, gerente de diseño de producto de Prada, quien agrega que detrás de cada diseño hay hasta cien procesos y en todos ellos están involucradas las manos de maestros zapateros.


Modernidad y conexión con el talento mexicano.

 

Para conmemorar y honrar el legado de Francisco Prada, se presentó la exposición Prada “XXV años a través de los ojos de Karla Lisker”, una propuesta cultural en la que la fotógrafa mexicana refleja, a través de veinticinco imágenes, el papel del calzado en la cotidianeidad.

“El principal reto de la exposición fotográfica, fue que las instantáneas reflejasen el día a día de cualquiera de nosotros y cómo un zapato puede entrañar recuerdos, vivencias y convertirse en un objeto de culto”, cuenta la artista, quien agrega que esos momentos retratados no tienen un hilo conductor al igual que la vida, que no tiene un guion.

Cada imagen, sinónimo de la modernidad, es un fragmento de una gran historia de vida, de la vida de Francisco Prada, pero también de quienes llevaron y llevan su calzado, así como las nuevas generaciones que toman las riendas de su legado, agrega Begoña Prada.

Para los momentos inmortalizados en microfilme se escogieron veinticinco diseños icónicos de Prada de las últimas dos décadas. La muestra fue presentada en LS Galería y será exhibida en más localizaciones del país.

Junto con esta iniciativa cultural, este año Prada presentó por primera vez dos colaboraciones de moda con dos diseñadores mexicanos de excepción: Jasive Fernández, quien diseñó seis modelos inspirada en la colección de Prada Atemporal para el público femenino y para ellos, una propuesta de calzado exclusiva en alianza con el talentoso Galo Bertín, quien este año también está de manteles largos, ya que cumple diez años como diseñador de moda masculina.





No hay comentarios:

Publicar un comentario